El objetivo principal de cualquier empresa o sociedad mercantil es la obtención de ingresos o beneficios generados por su actividad comercial. La obtención de beneficio forma parte de la misión empresarial creada por los directivos de una organización. No obstante, las empresas han de asumir unos costes que repercuten en los beneficios. ¡Si quieres conocer los distintos tipos de beneficio de una empresa y como se calculan, continúa leyendo!
Tabla de contenidos
1. Definición de beneficio neto y beneficio bruto
El beneficio neto o beneficio limpio es el resultado del ingreso final que obtenemos cuando restamos todos los gastos que genera la empresa. Estos gastos pueden ser variables o fijos y componen toda la actividad empresarial: impuestos, intereses, salarios, costes de las ventas, gastos generales etc.
En cambio, el beneficio bruto de una empresa es el resultado de la resta entre los ingresos y los costes de una empresa.
Para obtener el beneficio bruto, deberemos restar a los ingresos obtenidos los costes variables o costes de producción, costes necesarios para obtener el producto final. Si el balance del beneficio bruto resulta negativo, es muy probable que haya ocurrido un error de cálculo en los precios de coste o de venta.
1.1 Diferencias entre beneficio neto y beneficio bruto
El análisis de resultados de los tipos de beneficio tendrá una lectura y perspectiva económica distinta de nuestra empresa.
El beneficio neto de la empresa es el beneficio que es distribuible, y en cada ejercicio, hay que decidir de qué manera se reparte. Una parte quedará dentro de la empresa para financiarla y otra se repartirá en dividendos, la cantidad de beneficio destinada a las ganancias de los accionistas o socios que integran la empresa.
En conclusión, el beneficio neto proporciona un resultado más preciso de la rentabilidad de la empresa ya que, a parte de los costes, integra el cómputo total de gastos, entre los que se encuentran los impuestos y los gastos operativos adicionales. Se trata de un indicador fiable que refleja la ganancia final de una empresa y la situación económica en la que se encuentra.
El beneficio bruto nos revelará un balance de resultados básico que, aunque sea positivo, no significa que la empresa esté obteniendo ganancias. Por lo tanto, el resultado del beneficio bruto nos dará una estimación aproximada de la solvencia de la empresa.
Por lo que hace al beneficio neto, su resultado nos proporcionara datos fiables y relevantes sobre la situación financiera de una empresa.
2. Cómo calcular los tipos de beneficio
El beneficio neto y bruto pueden calcularse mediante el uso de un estado de resultados. El estado de resultados es un documento financiero que muestra las ganancias o las pérdidas de una empresa durante un periodo de tiempo determinado.
Este documento forma parte de los 5 ejes financieros de la contabilidad (balance de situación, el estado de los flujos de caja, el estado de cambios del patrimonio neto y la memoria). El estado de resultados se utiliza en el análisis fundamental, un tipo de análisis bursátil que tiene el objetivo de fijar un precio teórico a un activo en función de determinadas variables que afectan directamente a su valor.
Para los inversores, el estado de resultados refleja el valor económico de una empresa, mientras que, para los deudores, este documento indica la facilidad de una empresa de devolver dinero y su solvencia económica.
En caso de que el resultado de beneficios obtenido sea desfavorable, el cálculo de beneficios nos dará los indicadores necesarios para tomar decisiones oportunas, como disminuir algunos costes de producción o incrementar el valor final de los productos.
2.1 Cálculo del beneficio neto
Para obtener el beneficio neto, deberemos restar más costes variables a los ingresos, entre ellas, el beneficio bruto y los costes fijos:
* Entre los costes se encuentran los impuestos, intereses, gastos generales, salarios y depreciación.
Dentro de esta fórmula, es importante entender cómo se componen los ingresos totales, los gastos totales y los impuestos:
- Ingresos Totales: Representa el total de dinero que una empresa ha generado a través de la venta de bienes o servicios.
- Gastos Totales: Incluyen todos los costes asociados con la actividad del negocio. Pueden dividirse en varias categorías, como:
- Coste de bienes vendidos: Representa el coste directo de los productos o servicios vendidos, como el coste de producción o adquisición.
- Gastos operativos: Incluyen los gastos generales necesarios para mantener la operación del negocio: salarios, alquiler, suministros, publicidad, etc.
- Gastos financieros: Son los costes asociados al financiamiento del negocio, como intereses sobre préstamos o pagos de hipotecas.
- Depreciación y amortización: Representan la asignación de los costes de activos a lo largo de su vida útil.
- Impuestos: Son los impuestos sobre la renta que la empresa debe pagar al gobierno. La tasa impositiva puede variar según la jurisdicción y el tipo de empresa.
Es importante destacar que existen consideraciones contables y ajustes específicos según las normas contables aplicables de cada país.
Para incrementar los beneficios netos, es preciso aumentar los ingresos reduciendo a la vez los costes fijos. Esto implica tomar ciertos riesgos ya que reducir los gastos operativos puede ir en detrimento de tu marca, tanto desde el punto de vista de los clientes como del personal.
Para asumir menos riesgo, es recomendable reducir gastos innecesarios e intentar mejorar los ingresos sin aumentar ni reducir excesivamente los costes.
2.2 Cálculo del beneficio bruto
Para proceder al cálculo del beneficio bruto, es aconsejable realizar estos pasos previos:
- Determinar los ingresos brutos: Suma total de todos los ingresos generados por la venta de bienes o servicios durante un período determinado.
- Calcular el coste de los bienes vendidos: Incluye todos los gastos directamente relacionados con la producción o adquisición de los bienes vendidos, como el coste de la materia prima, el coste de la mano de obra directa y los costes de producción indirectos.
Finalmente, la fórmula para obtener el beneficio bruto sería la siguiente:
Es importante tener en cuenta que el beneficio bruto no tiene en cuenta los gastos generales y los impuestos, por lo que no refleja el beneficio neto final de la empresa.
Además del cálculo del beneficio bruto, otros datos relevantes que se pueden obtener y analizar son:
- Margen de beneficio bruto: Representa el porcentaje de beneficio bruto en relación con los ingresos brutos. Se calcula dividiendo el beneficio bruto entre los ingresos brutos y multiplicándolo por 100.
Este indicador muestra qué proporción de los ingresos brutos se convierte en beneficio bruto y puede ser útil para comparar la rentabilidad de diferentes empresas o evaluar la evolución del margen de beneficio a lo largo del tiempo.
- Análisis de costes: Examinar los componentes del coste de los bienes vendidos puede proporcionar información valiosa para identificar áreas donde se pueden realizar mejoras en la eficiencia o reducir costes innecesarios. Esto puede incluir una revisión de los proveedores de materias primas, optimización de la cadena de suministro o identificación de oportunidades de automatización.
- Comparación con competidores: Analizar el beneficio bruto en relación con otras empresas del mismo sector puede brindar una perspectiva comparativa y ayudar a identificar si una empresa está operando de manera más eficiente o si hay áreas de mejora.
- Tendencias a lo largo del tiempo: El análisis del beneficio bruto a lo largo de diferentes períodos puede revelar patrones y tendencias, lo que permite evaluar la evolución de la rentabilidad de la empresa y tomar decisiones informadas sobre la gestión financiera y estratégica.
3. Factores que influyen en la obtención de beneficio neto
Entre los factores que influyen en una empresa para incrementar o disminuir el beneficio neto, podemos destacar los siguientes:
- Demanda: Influye la evolución de la demanda de los productos vendidos y los precios aplicados a sus ventas.
- Costes de producción: Los costes asociados con la producción, como las materias primas, la mano de obra o los costes de fabricación, influyen de manera directa en el balance del beneficio neto, que aumentará si los costes de producción se reducen.
- Gastos operativos: Son los costes de una empresa que conforman su actividad diaria, como el salario de los empleados, el alquiler de instalaciones, los gastos administrativos, gastos en publicidad y marketing, entre otros.
- Gastos financieros: Por ejemplo, los intereses generados por las deudas, como préstamos o comisiones bancarias.
- Factores Fiscales: Los impuestos generados por la fiscalidad repercuten en la cantidad final de beneficio neto, como el impuesto sobre la renta corporativa.
- Competencia y precios de mercado: El nivel de competencia actual del mercado y el precio de productos y servicios pueden afectar la obtención de beneficio neto. Si una empresa se encuentra con una fuerte competencia en su sector deberá variar los precios de venta, hecho que tendrá repercusiones en las ganancias finales y en consecuencia en el beneficio neto obtenido.
4. Análisis comparativo de la relación entre costes y beneficios
Realizar un análisis comparativo de la relación entre costes y beneficios puede servir de ayuda para obtener datos objetivos y facilitar la toma de decisiones. El análisis consta de los siguientes pasos:
- Concretar metas y objetivos: Establecer prioridades, definir metas y concretar los objetivos a alcanzar puede ayudar a identificar y comprender mejor los costes y los beneficios.
- Identificar costes y beneficios: Es necesario identificar y diferenciar costes directos, costes indirectos y costes adicionales, como los intangibles (disminuciones de productividad o reducción de la satisfacción del cliente) o los de oportunidad. Algunos de los posibles beneficios a obtener haciendo un buen análisis son el aumento de ingresos por ventas, un mayor interés por parte de la demanda, mayor competitividad etc.
- Suma de costes y beneficios: Cada uno de estos indicadores debe estar desglosado en cifras para realizar la comparativa posterior.
- Comparativa del valor total: Una vez que cada coste y beneficio tenga asociado un valor económico podremos hacer una comparación de los indicadores y una valoración de resultados. Si los costes totales superan a los beneficios totales, hay que replantear la estrategia de negocio.
Aunque realizar un análisis costes-beneficios de una actividad empresarial puede ayudarnos a identificar costes y a detectar posibles beneficios, el resultado del análisis proporciona medidas relativas, basándose principalmente en estimaciones.
Es recomendable hacer un cálculo correcto del beneficio neto, indicador que proporciona una medida absoluta y precisa de los beneficios obtenidos por una empresa.
5. Prácticas recomendables para incrementar el beneficio neto
La obtención de beneficio neto es el principal objetivo de una empresa, pero para lograrlo, es necesario definir unos objetivos asequibles y establecer una estrategia sólida. Es recomendable seguir unas prácticas que ayuden a alcanzar este importante objetivo, como las que se enumeran a continuación:
- Controlar los costes: Es muy recomendable realizar un análisis exhaustivo de todos los gastos de la empresa y buscar opciones para reducir costes sin comprometer la calidad del producto o servicio. Esto conlleva a examinar procesos de producción, adquisiciones y gastos generales para identificar áreas donde sea posible ahorrar capital.
- Incrementar la eficiencia operativa: La eficiencia aplicada en la gestión de los recursos y la optimización de los procesos operativos puede dar resultados muy favorables a la obtención de beneficio neto. Algunas prácticas eficientes serían la mejora de la productividad, la optimización de la cadena de suministro y la aplicación de recursos tecnológicos que faciliten el proceso, aparte de suprimir cualquier actividad que no genere valor a la empresa.
- Acciones para incrementar ingresos: Se puede explorar el mercado y encontrar medidas para aumentar los ingresos sin necesariamente aumentar tus costes. Hay estrategias eficientes como la segmentación de mercado para llegar a nuevos clientes, el lanzamiento de nuevos productos o servicios, o el aumento de los precios de tus productos existentes si el mercado lo permite.
- Mejorar la gestión de inventario: Es necesario mantener un control adecuado del inventario y utilizar sistemas de gestión de inventario eficientes para evitar exceso de acumulación de producto, obsolescencia y aumentar la rotación.
- Negocio con proveedores: Hay que buscar oportunidades para negociar contratos favorables con proveedores y obtener mejores condiciones de compra. Puedes explorar opciones como la compra a granel, acuerdos de exclusividad o descuentos por volumen para reducir tus costes de adquisición.
- Aumentar la calidad del servicio de atención al cliente: Mejorar la experiencia del cliente cuando adquiera productos o servicios para fomentar la lealtad y retención. Los clientes satisfechos tienen más probabilidades de repetir compras y recomendar el negocio, lo que puede aumentar las ventas y reducir los costes de adquisición de clientes nuevos en una empresa.
- Realizar análisis financiero regularmente: Realizar un seguimiento constante de los indicadores financieros y realizar análisis periódicos para identificar áreas de mejora y oportunidades de crecimiento.
- Inversión en marketing estratégico: Diseñar una estrategia de marketing efectiva para aumentar la visibilidad de la empresa y atraer a más clientes. Es recomendable emplear tácticas de marketing digital, como el marketing en redes sociales y el SEO, para llegar a un público más amplio a un coste relativamente bajo.
- Capacitación y empoderamiento de los empleados: Invertir en la capacitación y desarrollo profesional de los empleados para aumentar su desempeño y eficiencia. Los empleados que estén bien capacitados pueden ser más productivos y contribuir al crecimiento de la empresa.
- Enfoque en la innovación: Es importante estar al corriente de las últimas tendencias del mercado y de las necesidades cambiantes de los clientes. La innovación puede ser útil para mantener una ventaja competitiva en los productos y servicios.
6. La importancia de optimizar la gestión de gastos
El uso de las herramientas tecnológicas está ayudando a optimizar las tareas relacionadas con la gestión de gastos. Tickelia es ejemplo de esto, pues reduce el volumen de trabajo del departamento contable gracias a las integraciones que permite con sistemas ERP&CRM, automatizando los procesos de liquidación y contabilización de gastos y disminuyendo el margen de error durante el proceso contable.
Además, Tickelia permite obtener un control presupuestario y una analítica de costes al detalle, ya que genera informes y gráficas que muestran la gestión detallada de gastos de una empresa y que facilitan la toma de decisiones estratégica.
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