La pensión contributiva es un beneficio económico que garantiza un ingreso tras la jubilación o en caso de incapacidad. Se otorga a quienes han cotizado un mínimo de años a la Seguridad Social. En este artículo, te explicamos de manera clara cómo funciona, quién puede acceder y cómo se calcula para que puedas planificar tu futuro con mayor seguridad.
Puntos Clave
- La pensión contributiva garantiza un ingreso tras la jubilación o en caso de incapacidad para quienes han cotizado a la Seguridad Social.
- Existen distintos tipos de pensiones contributivas, como la de jubilación, incapacidad y viudedad.
- Su cálculo depende de la base reguladora, los años cotizados y otros factores como bonificaciones o coeficientes reductores.
- Planificar con antelación y conocer los requisitos ayuda a maximizar el importe de la pensión.
Tabla de contenidos
1. ¿Qué es la pensión contributiva?
La pensión contributiva es una prestación económica que reciben aquellas personas que han cotizado un mínimo de años a la Seguridad Social. Su objetivo es garantizar un ingreso estable tras la jubilación, incapacidad permanente o, en caso de fallecimiento, ofrecer protección a los beneficiarios del asegurado.
2. Tipos de pensión contributiva

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Existen varios tipos de pensiones contributivas, entre las que destacan:
- Pensión de jubilación: Se otorga al alcanzar la edad de retiro y cumplir con el periodo de cotización mínimo.
- Pensión por incapacidad permanente: Destinada a quienes, por una enfermedad o accidente, no pueden seguir desempeñando su actividad laboral.
- Pensión de viudedad y orfandad: Beneficio para los familiares directos del trabajador fallecido, garantizando su protección económica.
- Pensión por incapacidad parcial: En algunos casos, los trabajadores pueden recibir una pensión parcial si aún pueden desempeñar ciertas actividades laborales con restricciones.
3. Requisitos para acceder a la pensión contributiva
Para optar por una pensión contributiva, es necesario cumplir con ciertos requisitos, que pueden variar según el tipo de pensión:

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- Haber cotizado un mínimo de años (generalmente entre 15 y 25, según el país y la legislación vigente).
- Alcanzar la edad de jubilación establecida.
- En caso de incapacidad, demostrar la imposibilidad de continuar con la actividad laboral.
- Para las pensiones de viudedad u orfandad, acreditar el vínculo con el fallecido y cumplir con los requisitos de cotización del asegurado.
- En algunos casos, cumplir con periodos mínimos de cotización recientes, por ejemplo, los últimos 10 años antes de la jubilación.
4. ¿Cómo se calcula la pensión contributiva?
El cálculo de la pensión contributiva depende de varios factores que influyen en cuánto recibirás al jubilarte.
Uno de los puntos clave es la base reguladora, que se obtiene promediando las bases de cotización de los últimos años trabajados. Básicamente, es el punto de partida para calcular tu pensión.
Luego está el porcentaje de aplicación, que varía según los años que hayas cotizado. Cuantos más años tengas cotizados, mayor será el porcentaje que se aplicará sobre tu base reguladora, lo que se traduce en una pensión más alta.

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Si decides jubilarte antes de la edad legal, pueden aplicarse coeficientes reductores, es decir, penalizaciones que reducen el importe final de tu pensión. Por el contrario, si retrasas tu jubilación, en algunos casos puedes recibir incrementos por prolongación laboral, lo que significa que tu pensión será mayor.

5. Factores que influyen en el importe final de la pensión
El importe de la pensión contributiva no es fijo, sino que puede variar en función de distintos factores que influyen en su cálculo.
Uno de los más relevantes es la edad de jubilación efectiva. Si decides retrasar tu jubilación más allá de la edad legal, puedes beneficiarte de un incremento en el porcentaje que se aplica sobre la base reguladora, lo que se traduce en una pensión más elevada.

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Otro factor clave es tu historial de cotización. Los salarios que hayas percibido y las cotizaciones realizadas a la Seguridad Social en los últimos años de tu vida laboral tienen un impacto directo en la cuantía de la pensión. A mayor cotización, mayor será el importe final.
Además, en algunos casos se aplican complementos y bonificaciones que pueden aumentar la pensión. Existen incentivos por maternidad, discapacidad o por haber cotizado en determinados sectores, lo que puede suponer un aumento en la cuantía mensual que recibirás.
6. ¿Cuál es la diferencia entre pensión contributiva y no contributiva?
A diferencia de la pensión contributiva, la pensión no contributiva está destinada a personas que no han cotizado lo suficiente o carecen de recursos económicos. En este caso, el Estado otorga un importe básico para cubrir las necesidades mínimas del beneficiario.
7. Consejos para maximizar la pensión contributiva
Para asegurarte de recibir la mejor pensión posible, considera estos consejos:
- Cotiza de forma constante: Evita largos periodos sin cotización, ya que pueden reducir el importe final.
- Consulta con un asesor: Un experto en seguridad social puede ayudarte a optimizar tu cotización y planificar la jubilación.
- Considera opciones de ahorro complementario: Existen planes privados de pensiones que pueden mejorar tus ingresos en el retiro.
- Infórmate sobre bonificaciones: Algunos países ofrecen incentivos para ciertos trabajadores, como autónomos o personas con discapacidad.
La pensión contributiva es un derecho adquirido a través del esfuerzo y cotización durante la vida laboral. Conocer sus requisitos y fórmulas de cálculo permite tomar decisiones informadas sobre el retiro y garantizar una estabilidad económica en la etapa de jubilación. Si tienes dudas sobre tu situación específica, es recomendable consultar con un asesor de Seguridad Social o con un experto en pensiones. Además, llevar un control de tu vida laboral y planificar con antelación pueden marcar la diferencia en la calidad de vida durante la jubilación.
