Según el estudio “III Barómetro LHH Executive sobre Liderazgo Directivo en España”, realizado por Adecco, el 38,95% de los managers tiene previsto hacer contrataciones en 2024. Debemos recordar que la Reforma Laboral, que entró en vigor en marzo de 2022 con el objetivo de reducir la temporalidad y la precariedad laboral, cambió las modalidades de contratación para los nuevos empleados. ¿Conoces los tipos de contratos de trabajo actuales y sus características? ¡Veámoslo!
Tabla de contenidos
1. Contrato indefinido
El contrato indefinido es aquel que no tiene una fecha de finalización establecida. Este tipo de contrato es altamente valorado por los trabajadores porque ofrece estabilidad laboral y una mayor seguridad jurídica en la relación laboral.
El contrato indefinido no tiene límite temporal y puede formalizarse a jornada completa, parcial o bajo la modalidad de fijo discontinuo. Esto último es particularmente útil en actividades que requieren servicios de forma intermitente. Además, la normativa vigente proporciona al trabajador una protección reforzada frente al despido, ya que, en caso de rescisión injustificada, las indemnizaciones suelen ser más elevadas.
Con la reforma laboral de 2022, se introdujeron medidas para penalizar a las empresas que abusen de los contratos temporales, fomentando así el uso del contrato indefinido. También se han establecido ayudas y bonificaciones para las empresas que conviertan contratos temporales en indefinidos, incentivando la estabilidad laboral.
2. Contrato temporal

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El contrato temporal es una herramienta que permite a las empresas responder a necesidades específicas de forma puntual. Sin embargo, su uso debe estar siempre justificado para evitar prácticas abusivas.
Existen dos tipos principales de contrato temporal: el contrato por circunstancias de la producción, que se utiliza para cubrir incrementos ocasionales y previsibles de la actividad empresarial, y el contrato de sustitución, diseñado para reemplazar a trabajadores que tienen derecho a reserva de su puesto, como en casos de baja por maternidad o enfermedad.
La duración máxima de estos contratos varía dependiendo del tipo, pero generalmente está limitada a 6 o 12 meses, con la posibilidad de prórroga si así lo establece el convenio colectivo. La reforma laboral ha endurecido las condiciones para la celebración de estos contratos, estableciendo supervisión más estricta y sanciones para garantizar que su uso esté debidamente justificado y no sustituya al contrato indefinido.
3. Contrato fijo discontinuo
El contrato fijo discontinuo está diseñado para actividades que, aunque no son continuas, se repiten de forma periódica o estacional. Es una opción idónea para sectores como el turismo, la agricultura o la industria vinculada a campañas específicas.
Los trabajadores bajo esta modalidad tienen derechos similares a los de un contrato indefinido, incluyendo el cómputo de la antigüedad y el acceso a prestaciones por desempleo durante los periodos de inactividad. Una de las principales ventajas es que ofrece mayor estabilidad frente al contrato temporal, ya que la relación laboral se mantiene activa, aunque no se esté trabajando de forma continuada.

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La reforma laboral ha promovido este tipo de contrato como una alternativa viable para actividades estacionales, reforzando las garantías para el trabajador y limitando el uso de contratos temporales en situaciones recurrentes.

4. Contrato en prácticas
El contrato en prácticas es una herramienta clave para facilitar la transición de los recién titulados al mercado laboral. Este contrato está destinado a personas que han obtenido recientemente un título universitario, de formación profesional o equivalente.
Para formalizar un contrato en prácticas, el trabajador debe haber obtenido su titulación en los últimos 3 años, o 5 años si tiene una discapacidad. Este contrato tiene una duración mínima de 6 meses y máxima de 2 años. Durante este periodo, el trabajador recibe una remuneración proporcional a sus funciones, adquiriendo experiencia laboral relevante en su campo de formación.
Las empresas también se benefician de esta modalidad, ya que suelen recibir incentivos fiscales al contratar a jóvenes profesionales bajo esta fórmula. Este contrato es una oportunidad de aprendizaje mutuo que combina la formación teórica con la práctica profesional.
5. Contrato para la formación en alternancia

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El contrato para la formación en alternancia combina el aprendizaje teórico con la experiencia práctica, permitiendo a los jóvenes desarrollar competencias profesionales mientras trabajan.
Este contrato tiene una duración mínima de 3 meses y máxima de 2 años. Durante su vigencia, el trabajador alterna su jornada laboral con actividades formativas relacionadas con el puesto. El salario está adaptado proporcionalmente a las horas trabajadas, lo que lo convierte en una opción atractiva tanto para trabajadores en formación como para empleadores que buscan talento joven.
La reforma laboral ha reforzado esta modalidad como una herramienta clave para fomentar la empleabilidad juvenil, asegurando que los objetivos de formación y empleo se cumplan de manera efectiva.
6. Contrato de interinidad
El contrato de interinidad es una solución temporal para cubrir ausencias de trabajadores con derecho a reserva del puesto o para ocupar vacantes mientras se lleva a cabo un proceso de selección.

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Este contrato se extiende hasta que el trabajador sustituido regrese o se cubra definitivamente el puesto vacante. La normativa actual establece reglas más estrictas para garantizar que su uso sea legítimo y evitar prácticas abusivas, protegiendo tanto al empleador como al empleado.

7. Cambios importantes tras la reforma laboral
La reforma laboral de 2022 ha supuesto un cambio de paradigma en la regulación de los contratos laborales, con el objetivo de reducir la temporalidad y fomentar la estabilidad en el empleo. Entre los principales cambios destacan:
- Restricción del uso de contratos temporales: Ahora es obligatorio justificar adecuadamente la necesidad de contratos temporales, limitando su uso a situaciones muy concretas como incrementos ocasionales de actividad o sustituciones. Las empresas que no cumplan con estos requisitos se enfrentan a sanciones más severas.
- Impulso al contrato fijo discontinuo: Se promueve como una alternativa clave para sectores estacionales o actividades recurrentes, garantizando derechos similares a los de un contrato indefinido. Además, se han desarrollado mecanismos para facilitar la transición de trabajadores temporales a esta modalidad.
- Incentivos para la contratación indefinida: Las empresas que conviertan contratos temporales en indefinidos pueden acceder a bonificaciones fiscales y ayudas económicas, fomentando la estabilidad laboral.
- Mayor control e inspecciones: Se han reforzado las inspecciones laborales para garantizar que los contratos se utilicen conforme a la normativa. Esto incluye una mayor vigilancia sobre el fraude en la contratación temporal y el uso inadecuado de los contratos de interinidad.
- Reducción de la precariedad: La reforma introduce medidas para reducir las desigualdades en las condiciones laborales, promoviendo salarios más equitativos y mejores condiciones para los trabajadores en formación y prácticas.
- Registro de contratos y transparencia: Se exige mayor claridad en los contratos laborales, asegurando que los trabajadores comprendan plenamente sus derechos y condiciones desde el inicio de la relación laboral.
Conocer los tipos de contrato de trabajo en España es fundamental para garantizar una relación laboral justa y alineada con la legislación vigente. Tanto si eres trabajador como empresario, entender estas opciones te permitirá tomar decisiones más informadas y seguras. Si deseas más información, puedes consultar la Guía Oficial de Contratos de Trabajo del SEPE.
