“IVA soportado, repercutido… ¿Qué diferencia puede haber? Pensaba que IVA era IVA.” Pues bien, no solo son diferentes sino que son de gran relevancia para cualquier empresa o autónomo que se preocupe por su gestión y control de gastos. En tan solo unos minutos, explicamos las diferencias entre los tipos de IVA y cómo calcularlos.
Tabla de contenidos
1. ¿Qué es el IVA?
Empecemos por las básicas. Nunca está de más refrescar algunos términos que todos manejamos día a día y, a veces, damos por sentados.
El IVA es el famoso impuesto que se aplica sobre el valor añadido de los bienes y servicios consumidos, en cualquier fase de su cadena de producción. Se gestiona a través de la Agencia Tributaria y está regulada por la Ley del IVA (LIVA) 37/1992, de 28 de diciembre.
Más recientemente, se han ido incorporando modificaciones como la aparición del IVA reducido (10%) y superreducido (4%) para según qué servicios, cuya información cubrimos en este otro artículo, actualizado al presente año.
2. Tipos de IVA a desgravar
Entrando en materia, para realizar correctamente las obligaciones fiscales que tenemos como empresa o autónomo, es clave conocer los diferentes tipos de IVA en España a desgravar, ya que varía dependiendo de cómo se efectúe la operación comercial.
- IVA soportado.
- IVA repercutido.
3. ¿Qué es el IVA soportado y repercutido?
El IVA soportado es el IVA que el comprador paga al proveedor al comprar un bien o servicio, con el objetivo de desarrollar una actividad económica. De esta forma, se incluirá en la factura de compra del que lo ha adquirido.
El IVA soportado es deducible cuando:
- Se obtiene para ser destinado a su actividad económica.
- Se adquiere para producir otros bienes y servicios
- Se importa desde países fuera de la Unión Europea.
En cualquier caso, tenemos un artículo dedicado donde cubrimos la recuperación del IVA en los gastos de empresa en todo detalle.
Así pues, el soportado es similar al IVA que pagas al comprar algo en una tienda, pero en este caso se aplica a adquisiciones para empresas y autónomos.
Por otro lado, el IVA repercutido es el impuesto que se cobra a los clientes cuando se venden bienes o servicios. Al igual que con el IVA soportado, este también se debe declarar y pagar a la Administración Tributaria.
De este modo, este tipo de IVA irá incluido en la factura de venta del producto o servicio, y será gestionado por el cliente final.
4. IVA repercutido, soportado y diferencias
Somos conscientes de que, a priori, estos dos conceptos son fáciles de confundir y parecen lo mismo, por lo que vamos a aclarar por qué son diferentes (al final, por algo tienen que tener nombres distintos).
Su razón de ser es que el soportado se paga por la empresa o autónomo cuando adquiere un producto, mientras que el repercutido lo cobra la empresa o autónomo al vender su servicio o producto.
Dicho de otra manera, el primero se paga cuando compras algo para tu negocio y el otro se cobra cuando vendes tu propio producto o servicio.
4.1. Cálculo del IVA soportado
Se calcula de la misma forma que se haría con el IVA normal y corriente. Cabe recordar que, dependiendo del bien o servicio, podría aplicarse una base imponible u otra (tal y como mencionamos en el primer apartado). Si se compra un producto por 100 euros y el tipo impositivo es del 21%, el IVA soportado serían 21 euros.
El IVA que se paga al comprar para un negocio se puede deducir del IVA que se cobra a los clientes cuando se les vende algo. Por ejemplo, si se pagan 100 euros de IVA al comprar materiales para una empresa, y luego se les cobran 200 de IVA a los clientes por un producto, solo se tendrán que pagar 100 euros de IVA a Hacienda, porque se podrán deducir los 100 euros que se pagaron al comprar los materiales.
4.2. Cálculo del IVA repercutido
El IVA repercutido funciona, prácticamente, del mismo modo. Como con el IVA soportado, si se compran materiales o servicios para un negocio y se paga el IVA correspondiente, ese IVA se convierte en un crédito fiscal que puede deducirse del que se cobra a los clientes. Esto puede ser de ayuda para reducir la cantidad de IVA que uno debe pagar al final del período fiscal.
Lo que sí debemos tener en cuenta es que este impuesto lo debe ingresar a la Agencia Tributaria la empresa o autónomo que vende el producto o servicio.
Ya para terminar con este tema, solo tendríamos que restar el IVA soportado y el repercutido entre sí. Es decir, el IVA que debe pagarse al final del período fiscal será la diferencia entre el IVA repercutido y soportado. Si el número sale negativo, habría derecho a solicitar la devolución de la diferencia. Si sale positivo, se habría repercutido más IVA que soportado y tocaría pagar a Hacienda la diferencia.
5. ¿Cómo declarar el IVA repercutido y soportado?
La declaración de este impuesto se realiza a través de la presentación de la declaración correspondiente. Suele ser mensual o trimestral, según la actividad económica del contribuyente y el régimen de IVA que hayas elegido.
En España, la declaración del IVA se realiza a través del modelo 303, que es el documento oficial que debe utilizarse para declarar y liquidarlo. Aquí es donde calcularíamos la diferencia de los dos tipos de IVA, como hemos justo mencionado.
Si todo esto se te hace algo cuesta arriba, siempre puedes recurrir a soluciones digitales como Tickelia, que cuenta con un departamento especializado de Recuperación de IVA in-house.
Y ya con esto aclarado, damos por concluido todo lo que teníamos que contar sobre el IVA, que ya se sabe que puede provocar algún que otro lío y confusión. ¡Hasta las próximas entradas del blog de Tickelia, donde nos encanta hablar sobre el control de gastos, la gestión de facturas y muchos otros temas de fiscalidad!